En el punto del Aqua Virgo en la ciudad de Roma se encuentra la monumental “Fontana di Trevi”. En 1625 el Papa Urbano VIII pidió a Gian Lorenzo Bernini que esbozase posibles renovaciones para la fuente anterior. Aunque su proyecto fue desechado en favor del de Nicola Salvi, la contribución duradera de Bernini fue cambiar la posición de la fuente al otro lado de la plaza. La construcción inició en 1732 y terminó en 1762 para presentar las magnificas esculturas de Pietro Bracci y Filippo della Valle. Dos tritones guían la carroza en forma de concha del dios Océano, domando poderosos hipocampos. En los nichos flanqueando a Océano, Abundancia vierte agua de su urna y Salubridad sostiene una copa de la que bebe una serpiente. Encima, unos bajorrelieves ilustran el origen romano de los acueductos, y como telón de fondo está el palacio Poli. Una leyenda tradicional sostiene que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente aseguran su retorno a la ciudad eterna y aunque todos saben que el rito carece de fundamento, ¿cuántos de sus visitantes son capaces de resistirse?