El Castel Sant’Angelo es ahora un museo situado a poca distancia de la Ciudad del Vaticano, a la orilla del río Tíber. Fue construido por el arquitecto Demetriano para ser el mausoleo del emperador Adriano, pero con el tiempo fue integrado a la Muralla Aureliana como edificio militar. Levantado con piedra de travertino, el castillo tiene cinco pisos y está conectado al Vaticano por el Passetto di Borgo, lo que permitía al Papa refugiarse cuando Roma estaba bajo asedio. Su nombre proviene de la leyenda del año 590, donde durante una gran epidemia de peste, el papa Gregorio I tuvo la visión del Arcángel San Miguel sobre la cima del castillo anunciando el fin de la epidemia. Frente a el, se encuentra el bello puente de Sant’Angelo que une el centro de la Roma antigua con la entrada a la fortaleza.